miércoles, 23 de julio de 2008

En El Olvido: La Enfermedad de Alzheimer


Una pequeña distracción
Seguro que con frecuencia te quejas de que se te olvidan las cosas y habrás llegado a creer que tu caso es muy grave.
Pero entre eso y el Alzheimer hay mucha diferencia.
No es los mismo que no recuerdes donde dejaste las llaves, a que con esas llaves no sepas que abrir.Ésa es la gran diferencia entre algunos desórdenes benignos de la memoria y esta enfermedad.
Se manifiesta en la población mayor de 65 años (aunque un 1% de los casos se presenta en gente de entre 40 y 65 años) y se define como un trastorno en el cual se altera el juicio, la memoria y la conducta.
El origen del Alzheimer no se conoce aún, pero se sabe que es una demencia progresiva y degenerativa del cerebro -la más frecuente en la población anciana- que provoca el deterioro de la memoria inmediata, ya que las neuronas que la controlan, así como el pensamiento, se atrofian paulatinamente, interrumpiendo la comunicación de mensajes y estímulos entre ellas.
La memoria se entegra por la actividad neuronal, que a su vez está regulada por sustancias neurotransmisoras, (como la serotonina o la dopamina) que generan el impulso eléctrico.
La acetilcolina, principal neurotransmisor que se ve afectado en el Alzheimer, deja de producirse, y al haber disminución de la misma, la transmisión de impulsos entre neuronas es deficiente y por lo tanto no aparecen las señales adecuadas a las diferentes zonas del cerebro.
PROCESO DOLOROSO
Aunque en cada paciente puede ser variable, se distinguen tres fases principales: inicial, media y avanzada. Al principio el enfermo comienza a tener dificultad para concentrarse, empieza a perder el juicio, se encuentra irritable, sufre de ansiedad y cierta indiferencia. Después, los síntomas se van agravando hasta que al final olvida incluso cómo hablar, comer o vestirse; se desorienta, se expresa de manera incoherente, tiene reflejos involuntarios, incontinencia y otras alteraciones motoras. Por lo mismo, su conducta se ve seriamente afectada.
Lo primordial es que comprendan que se trata de un padecimiento que no tiene cura, pero en el que sí se puede hacer mucho para mejorar, en la medida de lo posible, la calidad de vida del enfermo.
PREVENCIÓN
Ya que no se sabe a ciencia cierta su origen, es posible establecer por ahora medidas preliminares contra el Alzheimer. No obstante, está comprobado que mantenerse activo mentalmente, en particular en edades avanzadas, puede ayudar a demorar su aparición. La actividad mental debe ser constante en los mayores de 65 años, con o sin indicios de Alzheimer. Armar rompecabezas, leer, los juegos de mesa, entre otros, ayudan a eludir o retrasar la aparación de este mal.

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