lunes, 22 de diciembre de 2008

LOS DENTIFRICOS Y LOS CEPILLOS DENTALES

El cepillo de dientes es un cepillo con mango alargado utilizado para cepillarse los dientes, con la finalidad de limpiarlos. Muchas culturas tradicionales alrededor del mundo han limpiado sus dientes frotando ramas de árbol o trozos de madera desde tiempos inmemoriales. También se han frotado con tiza o soda caliente.
Según la Asociación Dental Estadounidense, el primer cepillo de dientes lo creó en 1498 un emperador chino que puso cerdas de puerco en un mango de hueso. Los mercaderes que visitaban China introdujeron el cepillo entre los europeos si bien, no fueron muy comunes en occidente hasta el siglo XVII. Sin embargo, en aquellos tiempos los europeos preferían cepillos de dientes más blandos confeccionados con pelos de caballo. También era común mondarse los dientes tras la comida con una pluma de ave o utilizar mondadientes de bronce o plata. Existió no obstante, un método más antiguo de cepillarse los dientes con un trozo de tela que se utilizaba en Europa desde tiempos de los romanos. En cualquier caso, los cepillos no se popularizaron en el mundo occidental hasta el siglo XIX.
Existen varias técnicas de cepillado
Técnica de rotación: Es la técnica más conocida. Las cerdas del cepillo se colocan contra la superficie de los dientes, los dientes superiores deben cepillarse rotando el cepillo hacia abajo y los dientes inferiores deben cepillarse rotando el cepillo hacia arriba, de manera que los costados de las cerdas cepillen tanto la encía como los dientes en un movimiento arqueado. Los premolares y molares se cepillan por medio de un movimiento de frotación sobre sus superficies.
Técnica de Bass: En esta técnica el cepillo se coloca en ángulo de 45 grados contra la unión del diente con la encía, luego se realiza un movimiento horizontal para remover la placa bacteriana. Para las caras internas de los incisivos superiores e inferiores, se cepilla verticalmente con el cepillo. La superficie de masticación de los molares y premolares se cepillan por medio de movimientos de frotamiento hacia adelante y atrás.
Método combinado: Combina ambas técnicas anteriormente descritas. Se realiza la técnica de Bass y luego barrer las encías y los dientes empleando la técnica rotacional.
Recomendaciones: No olvidar cepillar la lengua y el paladar. Un buen cepillado debiera durar al menos 3 minutos
Las tres razones por las cuales se consulta más al odontólogo, son la caries dental, la enfermedad periodontal y los cálculos. Esto puede ser evitado ya que todas estas enfermedades son causadas por el acúmulo de restos alimenticios que forman la placa bacteriana, la cual puede ser removida con algunos métodos sencillos de higiene oral. Muchas veces, no se dedica ni el tiempo ni la atención suficiente a los cuidados de la boca. A través de la historia, se han desarrollado diferentes métodos para realizar la higiene oral, desde hierbas o raíces hasta cabello de animales. Hoy se cuenta con diferentes opciones como el cepillo dental, la seda dental, y diferentes enjuagues bucales.
Para la etapa de la infancia, existen diversas recomendaciones para comprar un cepillo dental adecuado para cada niño. Es importante que los padres consulten durante el primer año al odontopediatra, para recibir asesoría sobre la limpieza de la boca del niño, aún antes de tener dientes. Los restos de la lecha materna o del biberón, pueden causar en las encías del bebé enfermedades que pueden prevenirse, realizando diariamente una completa limpieza de los rodetes o rebordes de las encías con el dedo cubierto por una gasa humedecida, esto también sirve de adaptación y puede posteriormente facilitar el uso del cepillo dental.Para los niños que tengan dientes temporales o deciduos, se recomienda utilizar un cepillo manual con las siguientes características: Cabezas con bordes protectores, fabricadas con un material plástico, preferiblemente caucho. Estas cabezas evitan las lesiones que pueden causarse, por la mala utilización del cepillo, con movimientos bruscos o fuerzas exageradas. Las cerdas deben ser extrasuaves pues en esta etapa, se esta limpiando más tejidos blandos como las encías, que los dientes.Algunos de estos cepillos tienen filamentos o cerdas con bandas indicadoras, estas se utilizan para saber el momento justo en que se deba reemplazar el cepillo dental y también para colocar la cantidad adecuada de crema dental en el cepillo.Los mangos de los cepillos deben ser antideslizantes, para que permitan un mejor agarre aun cuando el cepillo o la mano del operador estén mojados. Algunos cepillos tienen una base estabilizadora para que al colocarlo sobre una superficie plana, como el lavamanos del baño, no se caiga y se contamine. Es importante también que los mangos sean lo suficientemente largos y gruesos para que los adultos puedan sostenerlo fácilmente al cepillar los dientes de los niños. La cabeza del cepillo dental no debe ser muy grande y podría tener idealmente una forma ovalada o de diamante, para que permita fácil acceso a las zonas posteriores de la cavidad oral.El momento de cambiar de cepillo dental, varía según la fuerza o la frecuencia del cepillado. En promedio se sugiere cambiar cada 3 meses el cepillo dental, o cada vez que las cerdas se vean desgastadas, lo que puede ser un problema para los padres de los niños que muerden los cepillos o juegan con ellos. Es importante mantener el cepillo, con un protector de la cabeza, o en un lugar fresco y seguro, para evitar la contaminación de éste.También existen los cepillos eléctricos, que tienen como ventaja, la facilidad del uso y la disminución de la necesidad de destrezas, ya que tiene un movimiento automático de su cabeza o de los penachos de las cerdas. Existen de diferentes velocidades y pueden ser desechables, que duran 3 meses aproximadamente, algunos son de pilas otros de baterías recargables. No se ha demostrado que sean mejores que los cepillos manuales, sin embargo muchas veces sirven de estímulo o motivación, para mejorar los hábitos de higiene oral en los niños. Es recomendable utilizar los dos, no simplemente reemplazar el cepillo manual por el eléctrico. Estos cepillos son muy útiles en pacientes discapacitados o con dificultades en la motricidad.Es fundamental usar la seda dental, mínimo una vez al día, para eliminar los restos de placa alimenticia que se quedan entre los dientes. Preferiblemente se deben usar sedas dentales con cera, para que pase con más suavidad por los espacios entre los dientes y según los gustos del niño, escoger un sabor u olor especial, como menta, tutifrutti, etc. En zonas donde la encía sangre, al usar la seda dental, existe inflamación de las encías lo que se conoce como gingivitis, este sangrado solamente desaparece cuando mejoramos nuestro cepillado y continuamos con el uso de la seda dental. Si el sangrado continúa debe consultar.Se han sugerido además los cepillos interproximales, que son una especie de escobilla, y se utilizan para eliminar también los restos de placa entre diente y diente. Este cepillo es recomendado para pacientes con enfermedad periodontal, que usan prótesis fijas, o aparatología como ortodoncia y férulas.Al utilizar la crema dental, se debe tener en cuenta la cantidad de flúor y la concentración de éste, para evitar una alteración en los dientes permanentes conocida como fluorosis, causada por la ingesta excesiva del flúor. Actualmente se recomienda el uso de una crema dental de bajo contenido de flúor después de los 3 años. Antes de esta edad, se debe realizar el cepillado sin crema.Al hablar de los enjuagues bucales, es muy importante mirar bien su contenido, algunos tienen flúor, otros algún medicamento antiséptico y también existen aquellos que solamente tienen componentes refrescantes, como alcoholes. Ningún menor de 6 años debe usar los enjuagues, excepto cuando el odontopediatra lo indique, porque existe el riesgo de que ingiera parte de este y se puedan producir daños irreversibles en los dientes permanentes.La pasta de dientes o dentífrico se usa para la limpieza dental, casi siempre con un cepillo de dientes. Suelen contener flúor como monofluorfosfato de sodio (Na2PO3F) y fluoruro de sodio (NaF).
La pasta de dientes con rayas se logra colocando pastas de dos colores diferentes, contenidas en cámaras separadas dentro del envase. Al apretar el tubo, éste empuja la pasta de las distintas partes por la boquilla, creando el efecto “rayado”. Actualmente, este tipo de pasta de dientes no se consigue mediante la separación de las pastas de diferentes colores en celdas dentro del tubo, sino mediante un juego de diferentes densidades. Las pastas de distintos colores, se encuentran diferenciadas dentro del tubo, por ejemplo, de la siguiente manera: la blanca en la parte inferior por su menor densidad y la azul o roja en la superior con una mayor densidad es la encargada de dibujar las estrías. Es el diseño de la boquilla el encargado de repartir ambos componentes realizando el curioso dibujo. Esta boquilla lleva inmersa en su parte inferior, una extremidad igual a la que se ve en la parte superior. La parte sumergida llega hasta la pasta blanca atravesando la azul o roja aproximadamente 1 centímetro, la parte del tubo en contacto con la pasta superior se encuentra perforada y estriada en sus caras interiores de forma que distribuye el dibujo de rayado a modo de "canales".
También hay una forma de producir dentifrico casero, para lo que se necesita mezclar 3 porciones de bicarbonato de sodio, una porción de sal, glicerina y esencia a menta para un sabor fresco.

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